EL GOBIERNO Y LA LEY DE «CUSTODIA COMPARTIDA»
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Hace unos días en este mismo espacio virtual publicábamos el artículo «El decepcionante Anteproyecto de Ley sobre corresponsabilidad parental» en el que comentábamos el texto que el Gobierno había presentado a distintas asociaciones.
Sin embargo, este fin de semana saltaba a los medios la noticia de que «El Gobierno no tiene claro si continuar o no con la Ley de Custodia Compartida, actualmente en trámite de consultas, al no haber hallado hasta el momento una fórmula que satisfaga a todos los colectivos afectados, desde padres procustodia compartida hasta las organizaciones feministas, que precisamente la semana pasada pidieron la retirada de la ley».
Ojalá me equivoque, pero mi opinión –y la vengo diciendo desde hace tiempo– es que en esta legislatura no se va a aprobar ninguna ley de custodia compartida, –aunque, para que se apruebe el Anteproyecto que hay sobre la mesa, mejor que se queden las cosas como están–.
En todo caso sorprende que un Gobierno que no ha tenido reparos a la hora de aprobar leyes claramente contrarias a los intereses de los ciudadanos, ahora «le tiemble el pulso» porque organizaciones feministas se opongan a la custodia compartida. ¿A QUÉ «JUEGA» EL GOBIERNO CON LA LEY DE «CUSTODIA COMPARTIDA»?
Según apareció publicado en distintos medios «esta ley no se encuentra en el calendario legislativo del Ministerio para lo que queda de legislatura, a expensas de lo que vaya a suceder en estos meses». Más claro, agua…
La custodia compartida nunca ha sido una prioridad del Partido Popular y mucho menos del Partido Socialista, cuya secretaria de Igualdad, D.ª Carmen Montón Giménez, la pasada semana alertó en el Congreso diciendo que «el Gobierno estaba preparando un anteproyecto de ley de corresponsabilidad parental, o custodia compartida, que era «peligroso» al poner en riesgo a los menores y a las mujeres víctimas de violencia de género por permitir que el maltratador, «que se sabe que no es un buen padre», pueda cuidar y educar a su hijo». Esto evidencia que esta señora no se ha leído el texto que estaba preparando el Gobierno, pero si pretendía paralizar dicha ley, lo ha conseguido.
En todo caso si algo cabe concluir es que aquí no manda ni el Sr. Gallardón ni el Sr. Catalá, el que manda es «el Jefe», y «el Jefe» no está por la labor…, ya saben, estamos en año electoral.
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